La imaginación siempre ha sido una gran aliada de la decoración, mucho más en tiempos de crisis. Lejos de lo que muchos pueden pensar, los momentos de dificultad económica representan una oportunidad para reinventarse en todos los sentidos, el hogar inclusive. Así, es momento de adquirir nuevos hábitos de ahorro, como también de optar por las manualidades y el bricolaje hecho por nosotros mismos.
Cambiar el color de los muebles, tapizar alguna silla o forrar con papel algún detalle o rincón de la casa son algunas de las decisiones más acertadas en este sentido. Obviamente, pintar las paredes también se encuentra entre ellas. De hecho, el color es uno de los elementos más importantes en la decoración: define las tendencias, nos ayuda a decodificar la realidad, suscita emociones y comunica quiénes somos. Por ello, cambiar la combinación de tonalidades de nuestras estancias puede representar mucho más de lo que parece a priori. Aquí es cuando la filosofía Do It Yourself cobra un mayor sentido. Aquellos que nunca os habíais atrevido a pintar una pared, tomad nota:
En primer lugar, hay que prescindir de cualquier elemento que cubra la superficie a tratar, a ser posible, también de los interruptores. A continuación, se debe proceder a masillar las grietas y lijar las imperfecciones. Cuando todos los emplastes o tratamientos previos estén secos, será el momento de la cinta de carrocero, con la cual se taparán los marcos de puertas y ventanas, los rodapiés y los contornos de los radiadores o aparatos de aire acondicionado para evitar mancharlos de pintura. En caso de no haberlos sacado de la estancia, se cubrirán los muebles con sábanas viejas o plásticos. Asimismo, papel de periódico o cartones son idóneos para proteger el suelo.
Ahora sí, llega el momento de la verdad: el pintado. Siempre conviene empezar por los techos, ya que si se manchan las paredes, éstas se taparán cuando las pintes. Lo primero a pintar son las esquinas. Es recomendable hacerlo con brocha y repasar con ella también las grietas reparadas. Después, hay que pasar el rodillo escurrido. En las paredes se debe seguir el mismo procedimiento y pintar siempre de arriba abajo para un acabado perfecto. Todo ello siguiendo un esquema de color que previamente se ha ideado para la habitación en cuestión.
Así, os sugerimos que aprovechéis el verano para aprender a darle una nueva imagen a vuestro hogar de una manera fácil y económica. Como hemos comentado, cambiar el color de una estancia o, sencillamente, de una pared o rincón puede transformar por completo el ambiente de una habitación. Esperamos que os animéis y nos hagáis partícipes de vuestros proyectos.