Como bien sabéis, en Pinturas Blatem defendemos la filosofía del Feng Shui, de ahí que hayamos desarrollado una gama de productos específica. Para aquellos que no la conozcáis, esta doctrina versa sobre la importancia de la posición y orientación de los espacios, así como del equilibrio de los cinco elementos (agua, fuego, metal, madera y tierra) a nuestro alrededor. La idea es que las energías del planeta sean lo más favorables posibles en nuestro entorno, lo cual nos reportará bienestar. Esta sensación de calma y paz es muy útil para ayudarnos a combatir el cansancio y el estrés del día a día.
Como no podía ser de otra forma, la decoración juega un papel fundamental en todo ello. Aquí os dejamos un decálogo para que logréis un resultado óptimo:
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La puerta de entrada es la vía de acceso del Chi o energía vital, de manera que nunca se deben colocar objetos o muebles que dificulten el paso. Lo ideal es que sea de color claro, pero si no es así, se le puede agregar una luz. También hay que prestar atención a la orientación de la puerta de entrada: sureste favorece el diálogo y la evolución en armonía o equilibrio; sur estimula demasiado, pudiendo llevar a discusiones; suroeste inspira quietud y paz; este es especialmente favorable para los estudiantes jóvenes; oeste se asocia con el goce y el disfrute, el romance y el dinero, pero también con el tedio y la negligencia; noreste puede afectar a la salud; norte no es una buena orientación para ubicar la puerta de acceso; y noroeste inclina hacia al orden y a sentirse bien con sus elecciones.
En lo que a iluminación se refiere, hay que tener en cuenta que cualquier luz (sea natural o artificial) representa una fuente de energía, de tal manera que hay que buscar el equilibrio entre las zona Yang (claras y activas) y las Yin (oscuras y pasivas). Lo más aconsejable son las luces halógenas, ya que son muy uniformes. Y en caso de querer activas las energías en una zona en concreto, se recomiendan las bombillas o los focos.
La cocina es el espacio más importante de la casa. En éste confluyen dos elementos opuestos: el agua y el fuego. Se aconseja ubicarlos lejos, a ser posible en paredes distintas. Si no pudiese ser así, se puede solucionar colocando algo de metal o madera entre ambos. Asimismo, es importante tener fruta o flores frescas para atraer la energía. El mejor aquí para la decoración Feng Shui es el blanco o las tonalidades cálidas con toques brillantes.
Por su parte, en el dormitorio debe primar la energía Yin o pasiva con vistas a facilitar el descanso. Para ello, los colores pasteles suaves son los más indicados. Aquí la orientación vuelve a cobrar protagonismo: la cama tiene que estar colocada de tal forma que la cabeza o los pies nunca estén mirando hacia la puerta. Asimismo, nuestra cabeza debe estar apuntando hacia el norte o el este. Y un apunte muy importante: es indispensable que no haya ningún elemento relacionado con el trabajo que pueda interferir el sueño. Las luces, mejor tenues con pantallas suaves.
En el cuarto de baño hay dos apuntes claves. En primer lugar, mantener la tapa delváter cerrada. Y, en segundo lugar, optar por tonalidades claras, líneas puras y no atiborrar de elementos decorativos.
En cuanto al salón, lo idóneo es que se encuentre próximo a la puerta de entrada. Como no podía ser de otra manera, el elemento más importante es el sofá, el cual nunca debe estar de espaldas a la puerta, sino que tiene que ser apoyado en una pared desde donde se vea toda la estancia.
Bien si el comedor es una habitación aparte, bien si está integrado en el salón, hay que procurar que la mesa sea de una sola pieza, fuerte y de colores claros. Además, es recomendable evitar las de cristal o de mármol. Y su forma también es importante: redondas u ovaladas son las más apropiadas. En cuanto a iluminación, se recomienda usar velas cuando haya invitados para aportar calidez al ambiente y fluidez a la tertulia.
Otro elemento importante para el Feng Sui son las escaleras. Éstas deben ser siempre sólidas. Si no es así, hay que tapar los huecos entre los escalones. Se cree que, de lo contrario, se propicia el perder los ahorros de la familia.
Aunque hemos desgranado un poco los colores de la pintura Feng Shui en cada estancia, queremos hacer hincapié en este aspecto. Por ejemplo, deciros que las tonalidades del elemento tierra son ideales para suelos y zócalos, pues representan seguridad y estabilidad. Y, más concretamente, los amarillos claros, los ocres o dorados son ideales para el salón, ya que imprimen tibieza. Por su parte, los colores relacionados con el elemento agua, especialmente los más oscuros (azules, violetas, verde noche y negros) son adecuados para los despachos o lugares de trabajo. El elemento fuego evoca, necesariamente, el rojo, el cual debe emplearse con moderación porque es muy excitante. Un mero toque rojizo puede ser suficiente para lograr el equilibrio. Por otro lado, blanco, gris y plata se corresponden con el elemento metal. Todos ellos son aconsejables para los cuartos de baño y las cocinas. Por último, el elemento madera se relaciona con los colores verde y azul claros, adecuados para habitaciones en las que resaltar la salud, la armonía, la familia y el crecimiento.
Para concluir, un breve apunte sobre los elementos de decoración Feng Shui. Los más importantes en el Feng Shui son las fuentes, pues son símbolo de vida y purificación y dispersan las energías negativas; las campanas de viento, que evocan armonía y controlan el nivel de energía en el hogar; o los objetos pendientes de vidrio o cristal, los cuales favorecen la circulación de la energía.
Quizá, os parezca un tanto caótico leer todos estos consejos; pero os invitamos a poner en práctica algunas notas para que experimentéis la filosofía Feng Shui en primera persona. Para ello, puede ayudaros la pintura Feng Shui de Blatem, inspirada en los 5 elementos. Estamos seguros de que os gustará 😉