Seguro que muchos de vosotros recordáis los libros de texto de Santillana. Sus portadas eran de una misma tonalidad y presentaban un cuadrado o un círculo realizado con una sucesión de líneas de colores. Sí, eran tiempos de EGB. No sabemos si os habrá ocurrido lo mismo, pero esa imagen ha quedado grabada en nuestra memoria. Por eso, hoy dejamos llevar por la nostalgia y os traemos estas sugerencias en materia de decoración infantil:
Por ejemplo, dejarnos inspirar por esos ejemplares que tuvimos que estudiar en su momento y optar por los mismos colores planos para las habitaciones de los más pequeños de la casa:
Como si de un aula se tratase, también podéis instalar una clásica pizarra para que los niños puedan dibujar y ambientar la estancia a su gusto según el día:
Otra opción es crear una zona de lectura exclusiva para que los pequeños puedan dar rienda suelta a su imaginación:
Por último, se nos ocurre que una mesa bien equipada con pinturas puede convertirse en una gran aliada. Porque todo artista necesita un rincón de tranquilidad en inspiración. Es más, ¿por qué no les dejamos una caja de, por ejemplo, esos rotuladores Carioca que nosotros también utilizamos en su día?
Esperamos os haya gustado alguna de las propuestas. ¿Os animáis a echar mano de la memoria y decorar en sintonía? 😛