Ha llegado ese momento temido por unos y deseado por otros. Hablamos de la vuelta al colegio. Aparte de libros, material y ropa, hay que preparar otra cosa que también es muy importante: el espacio donde realizar las correspondientes tareas. Recordad que el ambiente de una estancia influye directamente en la actitud de quienes la habitan y esta zona no es una excepción. Es más, dicha máxima cobra especial importancia en ella.
En cualquier caso, no os preocupéis, pues los requisitos a cumplir son pocos y bien sencillos. De hecho, la gran mayoría de ellos responden a la pura lógica. ¿Preparados para tomar nota? 😉
Iluminación: Una ventana es prácticamente imprescindible en los espacios de estudio, pues la luz natural es la más aconsejable para ahorrar energía a la par que no forzar la vista. Por ello, la mesa de trabajo ha de estar orientada hacia ella. Asimismo, ésta ha de estar dotada de un punto artificial que enfoque bien y que tenga una bombilla de intensidad adecuada para que la oscuridad de la tarde y los días nublados no comprometan la productividad.
Exclusividad: Lo más aconsejable es dedicar una habitación únicamente para el estudio. Sin embargo, ello no siempre es posible. En estos casos, la solución pasa por diferenciar claramente la zona de descanso, la zona lúdica y la zona de estudio. El objetivo es facilitar la desconexión respecto del resto del hogar y, así, evitar las distracciones. Los muebles – estanterías, archivadores, etcétera – pueden ayudar a marcar la diferencia.
Comodidad: Durante el curso escolar, son muchas las horas que se pasan en estos espacios, por lo que hay que cuidar aspectos más allá de lo meramente decorativo. Se trata, por ejemplo, de la ergonomía de la silla, que ha de invitar a una correcta postura, de evitar la acumulación de tensión en las cervicales y de presentar una altura ajustada a la mesa y al usuario.
Motivación: Con todo, la zona de estudio tiene que ser agradable, de manera que alguna frase inspiradora en la pared nunca está de más. En este sentido, los colores juegan también un papel fundamental. El rojo – energía –, el verde – concentración –, el azul – serenidad – y el amarillo – creatividad – son de los más recomendados.