Hoy se conmemora el Día Mundial de la Arquitectura, una disciplina con la que todas las personas mantenemos una relación cotidiana más estrecha de lo que muchos creen. Desde Pinturas Blatem nos gustaría sumar nuestro granito de arena a esta celebración y… ¿Qué mejor manera que una nueva entrevista a un profesional? En esta ocasión, Emilio J. Pérez (@EmilioJPérez), de Espacios de relación, comparte su perspectiva y contagia entusiasmo por la materia 🙂
¿Por qué decidiste estudiar arquitectura?
La arquitectura está presente en mi vida desde que tengo memoria. Mi padre es ingeniero y un gran amante del arte. La casa de mis padres siempre ha estado llena de lienzos con los cuadros que pintaba y de libros sobre todo ello, con muchos detalles constructivos. Me recuerdo dibujando casas y edificios con sus habitaciones y habitantes desde que tengo uso de razón.
Tras años de ejercicio profesional, ¿qué conocimiento crees que se debería implantar o mejorar en la docencia universitaria de esta disciplina?
En la carrera, cuando yo estudiaba, había una asignatura opcional del último curso que se llamaba iniciación a la profesión. Creo que ésta debería ser obligatoria. Desconozco si con los nuevos planes de estudio está como troncal. Cuando sales al mercado laboral, si no tienes experiencia previa, vas perdido en algunos aspectos, ya que las posibilidades de trabajo para un arquitecto son tan amplias que hay veces que desconocemos si un empleo es competencia nuestra o no. Por eso, en la actualidad, los arquitectos vamos creando redes de colaboración donde se comparten conocimientos o experiencias y en las que nos apoyamos unos a otros.
¿Cómo han cambiado las necesidades respecto del espacio en los hogares españoles en los últimos tiempos?
Es obvio que la sociedad va cambiando y su influencia en los hogares es importante. La reducción del número de hijos en las familias, el aumento de familias monoparentales, personas que viven solas… También existe un cambio en la manera de trabajar: cada vez hay más gente que lo hace en casa por obligación o por decisión propia. Todo esto hace que el modelo de vivienda que alimentó la burbuja inmobiliaria, basado en el máximo rendimiento económico del promotor teniendo poca consideración sobre las necesidades particulares del usuario, esté en desuso. Ese anterior modelo se basaba en unos estándares básicos de habitabilidad y diseño que al final hacía que el usuario se adaptara a la vivienda más que ser la vivienda la que se adapta al usuario. En la actualidad, se actualizan los espacios para que cumplan al máximo las necesidades de los usuarios.
¿Cuáles son las principales carencias arquitectónicas que encuentras en el modelo de construcción actual?
Que en el siglo XXI aún se construya como a mediados del siglo XX es una barbaridad. Esto en gran parte es debido a la falta de formación de algunos constructores y a la falta de interés de algunos profesionales en confiar e investigar el uso de nuevos sistemas constructivos. Hay un característica que se tiene poco en cuenta a la hora de construir y es la repercusión de los materiales en la salud de los usuarios y de los trabajadores.
En términos generales, ¿qué papel dirías que juega la arquitectura en la mejora de la vida de las personas?
Una arquitectura bien realizada es la que tiene en cuenta los espacios de los usuarios finales. El día a día de las personas, de todos nosotros, se desarrolla en espacios en los que nos relacionamos, ya sea de manera personal, pública, profesional, etc. La principal función de la arquitectura es el tratamiento de éstos y de la envolvente, haciendo que el exterior sólo afecte al usuario de manera positiva y que el nivel de confort sea el adecuado para cada caso. Esto se resume en espacios en los que los usuarios disfrutan de su día a día.
¿Crees que la sociedad valora adecuadamente la función de esta disciplina?
Gran parte de la sociedad aún piensa que el arquitecto es un profesional que no es necesario, que es un estorbo. Se tiene la incorrecta opinión que un constructor es suficiente para realizar la obra sin tener en cuenta toda la complejidad que conlleva en sí la disciplina de arquitecto combinando tres aspectos: el diseño, el detalle constructivo y la normativa existente. Tampoco los arquitectos estrella que surgieron con el boom inmobiliario ayudaron mucho a la profesión, ya que hicieron que se relacionara de manera directa con la posterior crisis. Aún se sigue pensando que los arquitectos somos todos iguales cuando al final somos distintos unos de otros.
¿Qué importancia tiene para los arquitectos que una empresa como Pinturas Blatem innove en su línea más técnica?
La innovación técnica es importante, ya que ayuda a dar soluciones más eficaces en los proyectos. Éstas ayudan a modernizar la arquitectura y a dar respuestas nuevas a situaciones que antes serían impensables.
¿Cómo te ayudan las redes sociales en el plano laboral?
En mi caso, las redes sociales son como un gran barrio en el que relacionarme día a día con mis vecinos virtuales. Con mis fotos en Instagram se puede ver cómo trabajo, con mis artículos en los blogs o con el contenido que comparto en mis perfiles se puede tener una idea de cómo soy a nivel personal y profesional… Esto me hace más cercano, hasta el punto de que me han llegado contratos mediante las redes. Por ejemplo, parte de mis clientes son extranjeros que han elegido Valencia como una nueva residencia o un lugar donde invertir y todos han llegado a mí gracias a esta labor diaria en mis perfiles de las distintas redes.
Para terminar, ¿qué te gustaría ver en un futuro próximo dentro del campo de la arquitectura?
El futuro siempre es incierto, pero una de las cosas que más me gustaría es que todos los agentes implicados de manera directa o indirecta tuvieran una conciencia sostenible. Es decir, que todos los espacios pudieran llegan a un nivel de sostenibilidad del cien por cien, lo cual no deja de ser una buena arquitectura sin añadidos innecesarios.