Quien se cansa de la decoración de un espacio en concreto es porque quiere 😛 La solución puede ser tan sencilla como optar por alternativas versátiles que permitan hacer modificaciones sin invertir excesivo dinero. Concretamente, en materia de pinturas se ha innovado en este sentido recientemente: ahora, más allá de cambiar de colores, se puede jugar con los esmaltes para crear efectos. Este el caso de, por ejemplo, Rotularte, el cual convierte cualquier superficie en una pizarra rotuladora. Además, su versión transparente se puede aplicar sobre otras tonalidades, por lo que no condiciona el interiorismo ya existente 🙂
De esta manera, una estancia puede tener tantas versiones como dibujos os atreváis a plasmar. Las habitaciones de los niños sirven como el banco de pruebas perfecto para el caso, pero las aplicaciones no acaban ahí. ¡Marchando un poco de inspiración! 😀
¿Qué os han parecido estas propuestas? ¿Se os ocurren otros usos? ¡Somos todo oídos!