“Nosotros vamos todo el día con el mono”, afirma Antonio Fuentes como muestra de implicación con su empresa. Concretamente, él junto a un socio regentan desde 1992 la fábrica de pinturas Famaluz, ubicada en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Aunque en sus comienzos no contaban con Pinturas Blatem, apenas pasaron tres años desde su fundación cuando decidieron apostar por esta firma debido a su “buena relación calidad-precio frente a la competencia” y al “buen trato de Manolo”, el correspondiente comercial.
¿Qué productos Blatem tienen una mayor demanda?
Sin duda, los esmaltes en general. Especialmente, la línea de Blatemlux.
A nivel personal, ¿cuál es el que más les ha sorprendido?
Destacaríamos Blatempur por su buen acabado.
¿Cuál es su política de surtido?
Al ser una fábrica de pinturas, nos abastecemos de aquellos productos que no producimos o cuya producción no es rentable a nivel local, que es el ámbito en el que trabajamos.
¿Qué tendencias observan en el consumo de pinturas?
La gente demanda especialmente pinturas plásticas en color. También tienen mucha salida las pinturas de fachadas. Además, ahora la gran mayoría de los clientes son particulares que pintan ellos mismos sus casas, cerca de un 80%.
¿Han notado, por tanto, que a partir de la crisis se ha asentado la cultura Do It Yourself?
Sí. Eso ha significado para nosotros que actualmente vendemos menos que antes, pero a mejor precio. El volumen de trabajo también es un poco menor.
A elegir: ¿Estucado o liso? ¿Satinado o mate? ¿Blanco o color?
Liso. Mate. Color para el interior y blanco para los exteriores.
Para terminar, más allá de la brocha o el pincel, ¿qué no le debe faltar a un buen pintor?
Trabajo (risas). Ahora en serio, diríamos que un buen pintor tendría que saber aconsejar sobre colores y sobre posibles patologías o arreglos de las paredes.