Desde hace años son cada vez más los particulares que quieren alisar las paredes de sus viviendas, despidiéndose de un gotelé que ya está desfasado y que se concibió para disimular las imperfecciones de las paredes construidas hace décadas en España, como algún desnivel o el hecho de que alguna pared no estuviera del todo recta. El alisamiento no solo da un aire renovado a cualquier estancia, sino que permite pintar de nuevo y apostar por colores más actuales y que concuerden con la decoración del resto de la casa.
Tras tomar la decisión de alisar las paredes de una vivienda, la duda que surge es si es posible realizarlo nosotros mismo o si conviene confiar en un profesional para ello. Ambas alternativas ofrecen pros y contras que vamos a analizar a continuación.
Consejos a la hora de alisar paredes
Antes de quitar el gotelé es necesario conocer de qué clase de gotelé se trata. Podemos distinguir entre tres tipos:
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Gotelé al temple: está realizado con una pintura al temple. No se puede lavar y tiene un gran poder de absorción de la humedad.
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Gotelé plástico: se hace con la gota de pintura plástica desde un inicio. Es el gotelé más duro y difícil de eliminar.
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Gotelé con pintura plástica: se trata de un gotelé al temple pintado por encima con varias capas de pintura plástica.
Para saber qué tipo de gotelé tenemos en nuestra vivienda podemos realizar una sencilla prueba que consistente en rascar una pequeña parte de gotelé, introducir los pequeños trozos en el agua de un vaso y comprobar la reacción. Si no se diluye se trata de gotelé plástico, y si se disuelve y el agua se enturbia de gotelé al temple.
Por qué contratar a un profesional para alisar las paredes
Contratar a un buen profesional es la mejor forma de asegurarnos los mejores resultados en nuestra vivienda. A pesar de que se trata de una labor que no entraña contar con conocimientos técnicos avanzados, si es necesario tener cierta experiencia en esta práctica para conseguir el mejor acabado. Además, es un trabajo arduo y costoso que para una persona sin experiencia puede resultar más complejo de lo normal.
Un aspecto a tener en cuenta si nos estamos planteando contratar a un profesional o alisar las paredes nosotros mismos es hacer una estimación del tiempo que nos va a llevar dicha tarea. Si hablamos de muchas paredes puede que el trabajo se prolongue más tiempo de lo que habíamos pensado o tengamos que dejar el trabajo a medias para retomarlo en otro momento, mientras que si se encarga de ello un especialista podremos estar tranquilos y saber cuándo estará terminada la labor.
Por otra parte, un profesional contará con las herramientas adecuadas para alisar paredes; unas herramientas que, en caso contrario, tendremos que adquirir por nuestra cuenta, con el coste que ello supone y sin tener claro qué modelo elegir para cada uso.
Un pintor profesional nos ofrecerá un presupuesto cerrado que sea acorde con el tiempo dedicado al trabajo y con el uso de los materiales correspondientes. Es recomendable solicitar varios presupuestos a diferentes profesionales o empresas y así comparar calidades, precios y tiempos de trabajo. Cuanto más detallado sea el presupuesto, en mejores condiciones estaremos para decantarnos por un profesional o por otro. Para una mejor comparación de los presupuestos es imprescindible pedir a cada pintor los mismos conceptos (metros cuadrados de pared, calidad de la pintura, etc).
Cómo quitar el gotelé y alisar las paredes de una vivienda
Si finalmente te decantas por hacerlo tú mismo, para quitar el gotelé y alisar las paredes necesitarás un rodillo, masilla, una lijadora, agua, una rasqueta, un pulverizador de agua, un cubo, una cazoleta de plástico, un mezclador de pintura y un fijador o imprimación líquida. Antes de comenzar el trabajo, se debe preparar la habitación y los espacios para ensuciarlos lo menos posible desarmando las tapas de registro y los enchufes, así como cubrir suelos, ventanas o puertas.
El alisado de las paredes consta de estos 6 pasos:
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Primera capa de decapante: una vez hayamos realizado el acondicionamiento del espacio y cubierto los elementos que se puedan manchar, aplicaremos un decapante que nos permita reblandecer la pintura y retirarla con más facilidad posteriormente.
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Segunda capa de decapante: tras dejar el tiempo de secado recomendado (entre 2 y 3 horas) probar a rascar para comprobar que la pintura salga con facilidad. Si no es así, aplicar una segunda mano de decapante y esperar a que se seque.
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Rascar y lijar: con la superficie reblandecida comenzaremos a rascar la pintura con una rasqueta y a lijarla posteriormente.
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Alisar la superficie: cuando se haya retirado todo el gotelé, habrá que aplicar una pasta niveladora con llana y espátula que permita alisar y nivelar completamente la pared.
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Aplicar un fijador: tras este procedimiento es conveniente aplicar un fondo fijador sobre las paredes que mejore la adherencia posterior de la pintura.
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Pintar las paredes: por último, el paso final será aplicar la pintura seleccionada y dejarla secar hasta obtener el resultado esperado.
Con toda la información en tu haber, seguro que ya puedes elegir entre alisar las paredes tú mismo o hacerlo con un profesional, pero por si acaso aquí te dejamos un vídeo tutorial sobre cómo quitar el gotelé.